La naturaleza nunca deja de sorprendernos. Cuando creemos
que lo hemos visto todo, se descubre una nueva especie animal que nos extraña, nos impresiona, nos emociona… Y la
naturaleza, que es muy sabia, no quiere que los seres humanos perdamos esta
capacidad de asombro; por eso nos va regalando estas joyitas de
forma intermitente, a sorbitos... En los últimos años nos ha dado varias especies
de simios. He aquí dos de las más curiosas.
MONO LESULA (Cercopithecus lomamiensis)
Y el primero es este pequeño simio con un rostro muy humano
y nariz de Arien Brody. De tamaño medio (de 47 a 65 centímetros de largo los
machos y entre 40 y 42 las hembras) y carácter tranquilo y huidizo, el lesula viven
en núcleos familiares reducidos, de unos 5 ejemplares, formados por macho,
hembra y crías. O sea, la familia tradicional de toda la vida de Dios.
"¿He apagado el gas antes de salir de casa?"
El lesula fue descubierto hace muy poquito, en 2007 en la
cuenca del Río Lomami, en el centro de la República Democrática del Congo. Y
sin perder un instante, National Geographic
preparó toda su maquinaria audiovisual para ir a filmarlo (que es lo que
hace National Geographic siempre que se descubre un nuevo animal, todo el mundo
sabe esto). Me imagino al pobre lesula rodeado de cámaras y micrófonos,
mientras unos tipos con ropa de Coronel Tapioca hasta en el hueco del ombligo,
le dan órdenes mientras le graban: “lesula, súbete a una rama y ponte a mear”,
“lesula, aparéate un rato”, “lésula, túmbate en el suelo y ráscate el culete,
que eso queda muy bien en los documentales de monos”, etc.
Lesula fotografiado in fraganti antes de expulsar aguas menores
Y el lesula hizo todo lo que pidieron, porque es una
bellísima persona, un buencha. Con esa cara no ser puede ser mala persona en la
vida. Sus ojos destilan bondad, misericordia y comprensión. Yo, si conociese a un
lesula, no dudaría en contarle mis secretos. Si se hiciese político y formase
un partido llamado “Monemos” no dudaría en votarle.
La nota negativa sobre este animal es que sus descubridores
(los científicos John y Terese Hart) lo clasifican como especie vulnerable, ya
que está sufriendo un declive poblacional debido a la caza que practican los
pueblos de su entorno, para hacerse con su carne.
MONO SIN NARIZ DE MYANMAR (Rhinopithecus strykeri)
El otro simio es el mono sin nariz de Myanmar o mono de
hocico chato, originario del norte de Birmania, una especie descubierta en 2010,
que no fue fotografiada hasta 2012. De hecho, a día de hoy, no se ha fotografiado en cautividad.
Reconstrucción del mono sin nariz, realizada por National Geographic
Este simio, de tamaño medio, destaca por tener una cola
relativamente larga (una vez y media el tamaño de su cuerpo). Bueno, sí, y por
su excepcional parecido a Michael Jackson, que no se le pasa a nadie…
Estas fueron las primeras fotos del mono de nariz chata en libertad. No hay muchas más...
Cuando la comunidad científica animal descubrió al mono de
nariz chata, los niños de Myanmar estaban muy contentos e ilusionados porque supusieron que los de National Geographic irían a grabar al animal. “Van a venir con
cámaras de vídeo”, “Vamos a salir en la tele de América”, “Pues yo cuando te
estén grabando te voy a pegar una colleja”, son algunas de las cosas que los
críos se decían. Pero lo cierto es que cuando Dios repartió belleza no se la
dio precisamente al mono de nariz chata. Y claro, para los de National Geographic no es tan molón. Por eso, cuando los paisanos de Birmania les
llamaron y les dijeron que habían descubierto un mono nuevo, los de National
Geographic les dijeron: “hacednos una foto y nos la mandáis, para publicarla en
el número anterior como adelanto”. Los aldeanos extrañados les preguntaron, “pero…
¿vais a venir a grabar al mono o no?”. Y los de National Geographic recurrieron
al socorrido “sí, sí, ya si eso os llamamos...". Solo les faltó
decir eso de “a ver si organizamos una cena” para consumar la típica jugada perfecta
de falso bienquedismo.
Como se puede observar, y como su nombre indica, el
rinopithecus strykeri no tiene nariz. Esto les supone un problema cuando
llueve, ya que les provoca estornudos. Es por eso por lo que, según informa la
gente de la zona, cuando llueve, este simio esconde su cabeza entre las
rodillas, cual niño enfadado. Esto lo hace con el fin de proteger la nariz de
la entrada de agua. Lo cierto es que al final el mono de nariz chata siempre
termina estornudando y esto le convierte en presa fácil para sus depredadores.
¿Y quien es su principal depredador? ¡Muy bien, has acertado! El
hombre (quien si no…). De hecho, el mono de nariz chata está muy amenazado por
la tala de árboles en su hábitat, y por la caza para carne y pieles. Digo “muy
amenazado”, porque poco después de ser descubierto se estimaba que quedaban
entre 260 y 330 ejemplares. Una pena...
Un mono de nariz chata cazado y asesinado. Lo dicho, una pena...
Donde esta la destaca ion solo encontre 1destacacion
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