viernes, 27 de marzo de 2015

Glaucus atlánticus

Esta semana tenemos a uno de los animales más curiosos y espectaculares de los oceános: el glaucus atlánticus, comúnmente conocido como dragón azul.

El glaucus atlánticus es una especie de babosa marina pelágica, nudibranquio y molusco gastrópodo de la familia Glaucidae, bla bla bla… Postureo zoológico. Rollos. A la gente le da igual qué tipo de animal es, y la familia a la que pertenece. Pero a la gente sí que le mola caer en la cuenta de que el glaucus atlánticus se parece a un pokemon, eso sí que nos hace gracia. Así somos los homo sapiens del siglo XXI: despreciamos la ciencia más apasionante y amamos la chocarrería y el chiste tonto. Por cierto, en este blog ya hemos hablado de otro animal parecido a un pokemon

Este pequeño animalejo, que parece recién salido de Pandora (el mundo de la película “Avatar”), tiene un tamaño de entre 3 y 8 cm de largo. Tiene un cuerpo alargado y aplanado, con seis apéndices (lo que para nosotros serían manos o pies) que se ramifican, para darle un aspecto de individuo venido del espacio.

El glaucus atlánticus se pasa la vida boca abajo, flotando, gracias a una bolsa de gas que tiene en la barriga, en la superficie del mar. “Presa fácil para las aves marinas”, podéis pensar. Pues no, porque su espalda es de color azul plateado, lo que le “camufla” con el mar, pasando inadvertido. Por debajo, en la zona ventral, es de color pálido, lo que hace que también se camufle y no sea visto por los peces que podrían ser sus depredadores.

Aunque el glaucus atlánticus parece un animal inofensivo del que todos se ríen en el mar, en realidad tiene de inofensivo lo que Miley Cirus de monja clarisa, ya que depreda organismos pelágicos mayores que él (velella, porpita porpita y caracol janthina). Algunos de estos, además son altamente venenosos, como la carabela portuguesa, que puede incluso provocar la muerte al ser humano, con su veneno. Sí, amigos, el glaucus atlánticus es un animal con bastante pelotas.

Estos son los animales de los que se alimenta el glaucus atlánticus:
 Velella

 Porpita porpita

  Carabela portuguesa. 
¿Cómo puede comerse a un animal tan venenoso? Pues sencillamente porque el glaucus atlánticus tiene inmunidad ante su veneno, ¿por qué iba a ser si no? ¿Qué esperábais? ¿Magia?

Además de tener pelotas, el glaucus atlánticus es de los animales más malvados y psicópatas de los mares ya que devora a sus víctimas poco a poco, lentamente, disfrutando. Y cuando no tiene comida cerca, practica el canibalismo, comiéndose a los de su propia especia. Al glaucus atlánticus le da igual troncho que berza.
Y no solo es que se coma lentamente a los animales venenosos, sino que además les quita su veneno. O sea, que además de matarte te roba. El glaucus atlánticus es más ruin que hacer un sinpa en una cena benéfica… Hay muchos animales ruines en los mares; ya hablamos en su día del pez gota…  

Después de paparse a la medusa, el glaucus recoge su en sacos especializados que se encuentran en sus extremidades, pudiendo llegar a ser incluso más letal que la carabela portuguesa. Así que mucho cuidadín si os encontráis un glaucus por los mares…


El glaucus atlánticus vive en los mares templados y tropicales de todo el mundo. Podemos encontrarlo en Sudáfrica, Europa, Australia… Eventualmente podemos encontrarlos en la orilla del mar; cuando alguna carabela portuguesa queda varada en la playa es muy común ver glaucus atlánticus cerca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario